Turismo

Cuesta de Chancaní: los dominios del cóndor

En su paso por la provincia de Córdoba, la Ruta Nacional 20 dejó una huella indeleble, aún cuando su traza original se haya modificado.

Los antiguos vecinos de la ciudad de Córdoba, y de modo especial quienes habitan próximo a la Av. Fuerza Aérea, aún suelen referirse a esa arteria como la «Ruta 20″. Es que la importante avenida conformaba del viejo trazado de esa ruta diseñada, en principio, para unir las provincias de Entre Ríos y en San Juan, pasando por los territorios de Córdoba y La Rioja. Entonces su nombre era «Domingo Faustino Sarmiento»

Por entonces el camino se presentaba como una alternativa al viejo y angosto camino de “Altas Cumbres”, o camino de “Los Puentes Colgantes” que unía Villa Carlos Paz con Mina Clavero

Allá por mediados del siglo pasado, la Ruta 20, tenía en la localidad de Tanti el último poblado antes de comenzar el cruce de las sierras que por ese sector se ha nombrado Los Gigantes. Del otro lado del macizo se llegaba a Tangina, que por entonces era un modesto caserío en donde se destacaba la estación de servicios y al lado un hospedaje con un comedor sencillo, pero siempre concurrido por los muchos camioneros y automovilistas que se dirigían hacia las provincias de La Rioja, San Juan o simplemente a Chancaní.

Desde Tangina hacia el oeste, se comienza a transitar ese tramo de la cuesta de chancaniactual Ruta 28, (Ex Ruta 20)  en los que, a lo largo de 20 kilómetros el trazado se define en una linea que separa la pampa hacia el sur, en tanto que hacia el norte las ondulantes formas que juegan con las luces del día, acunan formaciones volcánicas entre las que se destaca el Volcán Ciénaga, el más visible y próximo al camino, y también El Poca y El Yerbabuena. Adornan el paisaje las palmeras Caranday propias de la región, rebaños de caprinos y variadas aves que surcan el cielo.

Varios pobladores la región se han constituido en prestadores de servicios turístcos, pudiéndose contar con numerosas casas que ofrecen comidas regionales en donde se destaca el requerido chivito asado.

Se llega así a la localidad de Las Palmas, en donde se destaca la blanca capilla construída entre 1689 y 1763 y ricamente dotada de imágenes y ornamentos.

En abril de 1774, vecinos de Las Palmas, formaron parte de la “Revolución del Común” que devino en el “Pacto de los Chañares”. Esta gesta constituye el primer antecedente emancipador del continente americano.

La construcción del camino siguiendo la traza de la “Cuesta de Chancaní”, bordeando la Quebrada de La Mermela, se comenzó en 1930. La cornisa requirió de la perforación de cinco túneles, característica que actualmente da nombre el camino.cuesta de chancani

Hasta la culminación del actual Camino de las Altas Cumbres, la «Ruta 20″ seguía siendo la opción más propicia para cruzar la provincia hacia las tierras de La Rioja o San Juan. Este tránsito favoreció a Chancaní, paraje distante a 59 km de Taninga y visible ni bien se comienza el descenso Esta situado a un costado del camino hacia los Llanos Riojanos.

Chancaní resultaba, para el viajero de antaño, el esperado refugio de las tórridas jornadas estivales, o el lugar para comparar sus naranjas, famosas por jugosas y dulces, También las limas eran mercancía requerida por comerciantes y pasajeros.

No hay consenso sobre el origen del nombre. Algunas fuentes indican que Chancaní podría significar “final del camino”, otros, “cortejando con tajos profundos” quizá refiriéndose a lo escarpado que se presenta en el lugar la Sierra de Guasapampa, que oficia de contrafuerte para la Pampa de Pocho.

La Cuecuesta de chancani chuncaniasta de Chancaní acompaña el serpenteo del Río Mermela, que le da nombre a la quebrada y que desciende bruscamente ofreciendo un espectáculo de belleza singular en las altas cascadas de “Los Saltos Blancos”.

Si bien durante las copiosas y frecuentes lluvias del verano pasado provocaron un importante derrumbe a la altura del primer túnel, el tránsito no se ha visto afectado aunque nunca esta de más observar las precauciones necesarias

Todo el descenso de presenta como un balcón sin final desde el cual se pueden divisar las represas de Chancani y un poco más allá el poblado semi-cubierto por el frondoso follaje de la extensa Reserva Natural. Más al oeste se visualizan los Llanos Rchuncania cuesta de chancaniiojanos.

Los cóndores, águilas y halcones ofrecen una sorprendente atracción realizando vuelos que parecen de exhibición y en los que puede escucharse el sonido de las alas cortando el aire.

Siguiendo el camino y una vez en el valle, vale la pena desviar a la izquierda en el cruce del Cadillo y visitar la Reserva Natural y el poblado de Chancaní.

Se puede completar el circuito por el camino que va a Villa Dolores, pasando previamente por San Pedro, antigua cabecera del curato y primer destino que tuvo el próximamente Santo, José Gabriel del Rosario Brochero.