Sociedad

Gambeteando la censura

El Día del Periodista coincide con el aniversario del Diario Democracia de Villa Dolores.  Por eso desde Chuncania queremos rendir nuestro homenaje a los hombres y mujeres de nuestro valle que cumplen con la noble tarea de mostrar lo que el poder pretende ocultar. Con esta nota aparecida en marzo de 2014 en la revista del Umbrales  (del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación – Cispren) de la ciudad de Córdoba, en donde se evoca al diario en tiempos de dictadura vaya nuestro saludo fraternal a los compañerxs periodistas y el especial recuerdo del entrañable Negro Tello.

 

Por Sergio Coria

Mucho se ha dicho y escrito sobre las responsabilidades que le cupieron a algún sector de la prensa argentina en las complicidade

s o complacencias con la última dictadura militar. Sin embargo son poco conocidos los casos donde la evasión a la censura se convertía en un necesario acto heróico por hacer conocer sin distorsiones la realidad de aquellos tiempos.

En la década del 70, el diario Democracia de Villa Dolores gozaba el privilegio de ser el único medio periodístico escrito de la región y reflejaba la cotidianidad de un valle que se presentaba como “La Tierra del Porvenir”. Configurado casi como un emprendimiento familiar, ostentaba la consigna de ser un “diario moderno, ágil y combativo”.

Fundado en 1944 por un grupo de militantes demócratas, que lo imaginaron como la tribuna virtual para impulsar sus ideales, fue comprado al poco tiempo por Pablo Albino Tello, quien se desempeñaba como periodista en la empresa y era, cuando menos, un ferviente simpatizante del Partido Radical. A partir de ese momento las páginas de la publicación, por entonces vespertina, se abrieron a los intereses de la comunidad del valle de Traslasierra.

Además del diario Democracia, LV21 Radio Champaquí, una AM cuya cobertura ostentaba “tres provincias argentinas” eran los únicos medios de comunicación social.

Ni que fuera Mandrake

Una semana antes del golpe de estado, el 17 de marzo, aparece un artículo firmado bajo el seudónimo “Mandrake” se denuncia la preparación del golpe y hasta lo visualiza como “la única salida ante la inoperancia e ineficiencia del arco político por salvar la situación dejando de la lado las mezquindades sectoriales” . El el último párrafo de la columna, el autor,  lo dedica de lleno a denunciar la complicidad de políticos con golpe de Estado: Hay muchos de ellos que les prenden velas, porque hay muchos puestos y los milicos no alcanzan para tanto, salvo que pongan un soldadito en cada cargo público y eso por el momento según parece no va a suceder.”

El vicario de la censura

La mañana del 24 de marzo de 1976, una columna militar se estacionó en la puerta de la municipalidad inaugurando el infame período de intervención a cargo del Capitán Antonio Ángel Vicario, quien luego sería director de la Fábrica Militar “Fray Luis Beltrán” en tiempos del escándalo por la venta de armas a Ecuador.

El interventor impuso una estricta censura en los medios locales de modo tal que diariamente un periodista de la radio debía llevarle a cada hora los boletines informativos que difundiría la emisora para que el militar “supervisara” personalmente.

En ese marco, el diario Democracia realizó una serie de osadas gambetas a la censura.

Ya antes del golpe de militar, las páginas del diario daban cuenta de los secuestros ejecutados por la Triple A y mencionaba José López Rega como su jefe máximo.

La tarde el 24 de marzo, el diario recurrió a un título catástrofe para dar la noticia: “Derrocaron al Gobierno, concepto que se asocia con destituir, demoler, destruir, entre otros sinónimos. En la crónica de los sucesos que contrasta con la “normalidad reinante” reflejada por otros medios, el editor narra un escenario tenso, con calles controladas por los vehículos militares y fusilamientos en las provincias de Buenos Aires y San Luis. 


Resistencia a
base de picardías

Algunos de los artículos publicados lograban enfurecer a las autoridades militares como cuando, por ejemplo,  daba cuenta del intento de fuga a Chile por parte del Teniente Coronel Adolfo Cesar Filipó, quien fue detenido con «cien millones de pesos moneda nacional en su poder y numerosas armas de guerra«. La noticia aparece en tapa,y como un irónico sarcasmo,  en un recuadro justo por debajo de otra información titulada “Reorganización con vocación de servicio – No recibirá remuneraciones el personal militar”. Por hacer pública esta información don Pablo Tello recibió un apercibimiento telefónico.

Otra noticia que incomodaría a los militares en el poder es la del viernes 23 de abril bajo el mordáz título de ¿…?”. Esta vez el diario daba cuenta que en numerosos locales gremiales intervenidos militarmente permanecían imágenes de índole político a pesar de la prohibición impuesta.

Bajo el título “Replanteo”, el sábado 24 de Abril, informó que “A raíz del artículo aparecido en nuestra edición de ayer, fuimos citados a concurrir a dependencias de la Comisaría General por el teniente primero Marcos Páterson. Más adelante, el editor fija su posición respecto de la libertad de expresión: “La información evidentemente ha molestado al funcionario aludido quien nos indicó que iba a efectuar «un replanteo» sobre nuestros términos ante sus superiores.

DEMOCRACIA, deja perfectamente aclarado que cumple con su misión de informar y no distorsionar la verdad y que cualquier actitud sobre el tema correrá por cuenta de quien la quiera promover.

 De secuestros y detenciones

Lo casos de detenciones de personas de zona eran seguidos minuciosamente y de tal modo que se puede encontrar en las amarillentas páginas de esos días el derrotero de detenidos políticos que fueron trasladados a Córdoba, Bell Ville u otras localidades o dependencias policiales como un intento de ir dejando huella de los que, quizá, nunca más volverían.

En la madrugada del 1 de diciembre de 1976, se produjo el cruento secuestro del militante social Jorge Alfredo Reynoso de 34 años. En su edición de 3 de diciembre, Democracia cronica con lujo de detalle el operativo que hizo desaparecer para siempre a «Flelo» Reynoso. El relato da pistas inequívocas sobre el vehículo involucrado, color y matrícula. Fue muy fácil, para muchos vecinos, relacionar esas características al Torino color rojo que por entonces utilizaba la División Investigaciones de aquella época. El diario, basándose en el relato de una fuente no identificada, narra las características violentas del hecho ya que, según el relato, antes de ser detenido Reynoso cae herido en una pierna producto de un balazo que le asestaron sus captores “posiblemente con una 45”, incluso el testigo asegura haber escuchado a Reynoso pronunciar el nombre de “Atilio” cuando vió aproximarse a quienes lo secuestrarían. El informe termina poniéndose en evidencia una práctica repetida infinitamente por la autoridades policiales en este tipo de casos, esa de sembrar dudas y exponer a las víctimas como victimarios: Actualmente la Policía local está tratando de lograr mayores datos sobre el joven, a los fines de ver si se trata de localizarlo. Ello con el fin de ver la actividad que desarrollaba en la ciudad Capital. Hasta el cierre de esta edición no se había producido novedad”.

Lo ultimo que el diario pudo publicar al respecto fue en la tapa del día 6 de diciembre bajo el lacónico título “Sin Novedades”. El texto dice entre sus párrafos que “ Tanto ante las autoridades policiales, como el magistrado que entiende en este caso o parientes del mismo, ninguna novedad hemos logrado respecto a la desaparición del joven Reynoso, hecho producido la semana pasado. Diversos y variados comentarios circulan en la opinión publica, que en los medios oficiales nada se ha adelantado.
DEMOCRACIA ha tratado de obtener datos fidedignos, de buena fuente, pero todo culmina en una falta de respuesta.
Lo único que se
ha logrado en esferas policiales, es de que se han solicitado datos sobre el joven secuestrado a la ciudad de Córdoba, sin respuesta alguna hasta esta mañana. Con relación a que el mismo haya sido herido o aparecido su cuerpo en las proximidades de la Provincia de San Luis, fue desmentido por la Policía local. En síntesis, lo que existe hasta el momento en forma oficial es lo que damos cuenta.”

Jorge Alfredo “Flelo” Reynoso continúa desaparecido. Su expediente en la Conadep lleva el número 9894.

En la actualidad, Democracia continúa siendo un emprendimiento familiar. 

Un par de meses antes de su fallecimiento, Oscar Albino Tello, (El Negro o El Ojudo) hijo de Don Pablo contó que: “al viejo le hicieron llegar una advertencia que si se mantenía así les podía pasar a sus hijos” – explicando asi la mutación de aquel diario que se presentaba como “ moderno, ágil y combativo”.