Talento Transerrano en el Real
Quique Sánchez es un apasionado por el arte y de modo especial por el teatro y la difusión de nuestra cultura en general. Y junto a un muy talentoso grupo de hombres y mujeres de Traslasierra llevan adelante la Compañía Teatral La Nueva Comedia, que viene trabajando desde hace varios meses en pos de ofrecer una nueva propuesta en Villa Dolores.
Semejante empresa tuvo su “bautismo de fuego” con “La Casa de Bernarda Alba”, del genial Federico García Lorca que fue presentada en le bello entorno Teatro Español de Villa Dolores en agosto del año pasado (Ver nota).
Con dos presentaciones a sala llena ese mes, y luego seis puestas en escena más, a pedido del público, se constituyó en un acontecimiento sin precedentes que la historia reciente del teatro local. Es que con esto, los transerranos, afirmaban y demostraban su preferencia por este tipo de espectáculos, que durante tanto tiempo estuvieron ausentes de las tablas del valle.
A POR EL REAL!
El sábado 3 de junio, y luego de las maratónicas presentaciones en Villa Dolores y por Mediante de gestiones del Presidente provisional de la Unicameral provincial, Oscar Félix Gonzales ante la Agencia Córdoba Cultura se logró que el organismo provincial otorgara el merecido reconocimiento a la calidad interpretativa que este grupo de artistas afrontaron imbuidos sólo con su vocación y pasión por el teatro. De tal modo el organismo provincial ha puesto a disposición el Teatro Real de la ciudad de Córdoba para que arte transerrano llegue, también, al público capitalino.
Con la emoción a flor de piel, Quique Sánchez, nos comentaba que el mediodía del martes 30 de mayo ya se habían agotado las entradas.
Chuncania estará presente en tan importante evento tan importante el colectivo cultural transerrano.
Sobre la obra
La Casa de Bernarda Alba, es considerada su obra maestra del Gran Federico, y fue también la última de sus creaciones para teatro , ya que ese mismo año (1936) al estallar la guerra civil española, fue detenido por las fuerzas franquistas y fusilado diez días más tarde, el 19 de agosto. La historia vistió de verdugo al por entonces gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán.
