Cultura

El Mate – Patrimonio e identidad Cultural

Por Javier del Corro Tort


Hace ya varios años un flamante ministro de cultura de la nación argentina fue entrevistado por un periodista, a horas de asumir su cargo.

No recuerdo la fecha ni a qué gobierno pertenecía, si era radical o peronista ¡Qué importa! Cuando de Cultura se trata, es provechoso tratar de elevar la mirada por sobre parcialidades, cuestiones subalternas, y mezquindades.

La anécdota que referiré parece algo trivial, hasta puede parecer un chiste, pero representa algo que cobra trascendencia y valor si lo miramos con realismo. Es decir, si lo conectamos con la realidad. Algo que cada vez no cuesta más en esta vorágine, en este sunami de «realidades virtuales».

-Señor ministro ¿ podría darle a la gente, al pueblo argentino, una definición de qué es la Cultura?

Tomado de sorpresa, el funcionario rápidamente busca en su mente-ahora sería en su «google neuronal»-una de las tantas definiciones de «cultura» que hubo, que hay y que se inventarán. O no pudo «bajar» ninguna o «bajaron» demasiadas y se le atropellaron en la mente. La cuestión es que prefirió dar un ejemplo. Que no será definición, pero le sirvió para aclarar el asunto.

-Mire, le voy a dar un ejemplo. Imagínese el alero de un rancho en la pampa argentina (también puede ser en las sierras, agrego yo) y un paisano sentado junto al brasero y tomando mate: eso es Cultura.

Se le quedó mirando el periodista, como insatisfecho. Como con sabor a poco. Pero no preguntó nada más.

Tal vez esperaba-antes de preguntar- una definición académica, algo más erudito, o un listado polifacético o enciclopédico de materias o disciplinas. O que dijera: «Cultura es saber varios idiomas». O: «Conocer la geografía e historia de Europa». O si no: «La fecha de la revolución francesa o de la declaración de la independencia de los países más importantes del mundo». Etc.,etc.,y más etcéteras.

Pero el ministro prefirió el lenguaje y el modo que todos-cultos e «incultos»-pudiéramos comprender. Y puso un ejemplo. Como hacen los maestros cuando la explicación teórica no alcanza a ser comprendida del todo. Nada mejor que un buen ejemplo y un: «-¿Alguien no entendió?

En fin de cuentas, el flamante ministro estuvo acertado. La pregunta era sencilla. La respuesta también lo fue: una imagen. Pero no cualquier imagen. Una imagen simbólica: EL MATE. Un paisano o gaucho -un rancho. La pampa (¿y porqué no las sierras?)

Marcó de este modo un escenario que nos identifica como lo que somos: argentinos. Un tipo humano que nos hace inconfundibles: el paisano, el gaucho. Una acción y una costumbre: tomar mate.

Los objetos- como un mate, una bandera, un libro, un himno, una danza, una escultura, los monumentos públicos, creados por argentinos y nacidos de las manos, la mente y los corazones de nuestros artistas y que representan aquello que nos hace únicos e inconfundibles, son nuestro patrimonio más valioso.

Esos objetos, muchas veces sub-estimados, aveces mal tratados u olvidados, son el Patrimonio Cultural sobre el cual se afirma la identidad y el futuro de la patria. Patria. La tierra de nuestros padres. Patrimonio.Acervo cultural-material e inmaterial- que orienta y sustenta nuestro porvenir.

-Viva el mate amargo! Bueno…póngale yuyos de Traslasierra, como más le guste.