Canonización del Cura Brochero

Capilla de Altautina

En terrenos donados por don José Agüero, vecino de Altautina, se erigió la capilla (en principio oratorio) que a solicitud del donante se consagró a la advocación de la Virgen del Carmen de la cual era muy devoto él mismo y su esposa Jesús Romero.

El comienzo de la construcción estuvo a cargo del por entonces vicario presbítero Francisco Ignacio Aguirre, que tenia asiento en Villa del Tránsito (actual Villa Cura Brochero). Cuando éste fue nombrado rector del Seminario Menor de La Rioja, fue reemplazado por el el Cura Brochero quien aportó a la construcción de aquel oratorio, una sacristía, el altar, el campañario y encargó la fabricación de bancos para la feligresía.

p1030551
Así habrá visto las sierras el Crura Brochero desde la Capilla de Altautina

Fué un vecino de Villa Dolores el artesano quien fabricó las campanas. De origen chileno,  Don Fructuoso Mercado tenía su herrería frente a la Plaza Mitre, y en la campana mayor se estampo el año 1890, fecha de su fabricación.

Según algunos historiadores transerranos, abmas campanas fueron trasladas a lomo de mule hasta su emplazamiento final en capilla de Nuestra Señora del Carmen, 
de Altautina.

Es de destacar la influencia del Cura Gaucho en esta comunidad a que organizó para construir caminos de herraduras, suministrar y trasportar la tirantería que luego se utilizó en construcciones de la Casa de Ejercicios, Colegio de Niñas y en capillas de localidades cercanas.

Los recursos financieros para pagar la mano de obra eran fruto de gestiones que el mismo Brochero realizaba ante los gobiernos provincial y nacional.

Huellas que fué dejando el Santo valorando al ser humano desde su dignidad y su integración a la comunidad.