CEMDO LtdaSociedadVilla Dolores

El día que conocí a Agustín Tosco

Ese día nada hacia suponer que la rutina alcanzaría semejante grado de emoción para su persona.

Llegó a horario a la sede de la Cemdo, que por entonces funcionaba en Edison 50, y luego del ritual cotidiano de saludar a los directivos y a sus compañeros de la oficina, se sentó en su escritorio y comenzó a revisar y ordenar la documentación, antes de pasarla al área siguiente.

Los 70’s eran años de gran ebullición política en el país y nadie ignoraba a los actores sociales de entonces.

Américo “Paco” Palacios, uno de los primeros empleados con que contó la Cemdo, vió con el rabillo del ojo que algo rompía el resplandor de la puerta de calle. Una clara señal que alguien había ingresado al recinto. De inmediato levantó la mirada para saludar a ese asociado y sus ojos se llenaron de sorpresa al descubrir que esa silueta que ganaba detalles conforme el encandilamiento cedía, era ni más ni menos que el Secretario General de su sindicato, Luz y Fuerza, Agustín Tosco.

Pasó entre los escritorios y me extendió su mano la que estreche sin salir de mi sorpresa. – Como le va compañero. Mucho gusto.- me dijo, y lo mismo hizo con cada uno de nosotros antes de ingresar a las oficinas de los directivos.”

Los ojos de «Paco» se humedecen por primera vez durante la entrevista. “Era mi ídolo”-dice-, y la afirmación se oye a pesar de la emoción que quiere ahogarle la garganta.

“Él ya era famoso. Nosotros sentíamos orgullo que Tosco fuera nuestro dirigente, porque era un hombre sencillo, honesto y trabajador.”

Américo Palacios, (“Paco” ) había ingresado a la Cemdo con 16 años y muchas ilusiones. Por entonces la Cooperativa que aspiraba al bienestar de la comunidad, funcionaba en un local de la calle Sarmiento al 150, a media cuadra de la Plaza Mitre, más o menos al frente del actual Centro Médico Privado.

El recinto era compartido con otra institución de bien común: el Centro Comercial, que con los años mutó en Unión de Fuerzas Económicas.

En ese lugar funcionaban las oficinas. Ese año en que ingresé fue cuando la Cemdo le compró las acciones a la Compañía Sud Americana de Servicios Públicos S.A. (SUDAM).” (NR.: Hasta hace algunos las tapas de fundición de los medidores domiciliarios ostentaban la sigla de la compañía.)personal-usina-pila-de-leña

Por entonces el generador de la usina, se accionaba mediante una caldera que funcionaba a leña.- recuerda – Ese combustible, que se apilaba como altas paredes, era traído por camiones y también por carros de tracción a sangre.”

Palacios recuerda, con mucho afecto, a su primer jefe, Emilio Nuñez Pérez, un pintoresco español que ejercía la gerencia de la Cemdo. Amante del deporte motor, “Don Emilio ostentaba orgulloso el primer récord oficial del cruce desde Villa Dolores a Córdoba por el viejo camino de las Altas Cumbres, establecido el 16 de enero de 1929 con un tiempo de 4 horas 8 minutos, en un vehículo que utilizaba para el servicio de mensajería en el trabajaba por aquellos años”

Eramos pocos empleados en la administración. Todo se hacía manualmente. Excepto yo, me parece, que todos los empleados la primera tarea que se les asignaba era la de toma estado. De esa manera se conocían todas las calles.”

Luego se emplanillaba todos los datos que se traían mis compañeros de las lecturas y se hacía el cálculo del consumo manualmente. Posteriormente se confeccionaban los recibos que los cobradores, Fernández y Baigorria, llevarían para realizar el cobro domicilio por domicilio.”

Había asociados que iban a la sede a buscar el recibo y pagarlo… Eran otros tiempos..!” – y la exclamación se llena de nostalgia de epocas en que la economía del pais favorecía de un modo más horizotal a la comunidad.-

Para “PacoPalacios, la Cemdo tuvo un empuje importante cuando se instaló en la sede actual, pues «a partir de allí se comenzaron a brindar otros servicios para los socios».

Cuando la hiperinflacion en la última etapa del gobierno de (Raúl) Alfonsín, a la gente cada vez le alcanzaba menos, entonces la Cemdo hizo un convenio con una cooperativa tambera de James Craik, y puso a disposición de los socios productos lácteos a precio accesible. Los comerciantes se quejaron enérgicamente, pero la Cemdo, creo que tuvo en cuenta el bien de la mayoría de los socios y actuó en consecuencia a pesar de las críticas.”

Américo, disfruta actualmente de su jubilación sin perder contacto con su sindicato. Es que se sintió siempre un trabajador, miembro de un colectivo sin el cual no podría haber sido lo que es.

Es un agradecido de haber trabajado en la Cooperativa y haber conocido a los compañeros de trabajo que tuvo y especialmente siente que ha contribuido a la concreción de ese sueño que los pioneros se animaron tener hace ya 75 años.

Desde Chuncania.com, optamos homenajear a la Cemdo desde la perspectiva de uno de los trabajadores, pues son ellos y ellas quienes diariamente laboran por el bien común sobreponiéndose a los intereses políticos partidarios que indefectiblemente rondan las instituciones.

Fuentes consultadas : www.cemdo.com.ar
Fotografías: www.cemdo.com.ar