Sociedad

Pisando nubes

La Plaza Sarmiento, en Villa Dolores, es sin dudas el recuerdo más romántico de la ciudad. Además de ser, cada año, el epicentro de los homenajes a los maestros, claro está.

El lugar, ubicado al sur de la ciudad, en lo que hoy es Barrio Las Flores, hacía gala de una imponente vegetación que destacaba interminables cordones de margaritas, numerosos Palos Borrachos y Naranjos, que para los tiempos de la Semana Estudiantil (Setiembre) perfumaban de azahares la atmósfera.
Eran tiempo de placeros, de niños jugando en bicicletas o armando pistas de carreras en las calles internas que eran de tierra. Autitos rellenos de masilla y con ruedas de “penicilina”. Hasta había espacio para el infaltable picado.

Por la tarde, los bancos recibían a los enamorados que esperaban la llegada de su cita. Muchas veces era la primera, aunque también podía ser la última.

Entonces era común ver niñas con sus carpetas apretadas en los brazos. Generalmente las citas coincidían con la salida del turno tarde de las escuelas. Sin embargo cuando anochecía también llegaban chicas y muchachos más grandes. Lo evidenciaba su uniforme que eran del “Comercial” o de la “Profesional”, escuelas que mantenían turnos nocturnos. Como fuere, siempre había una parejita bajo un naranjo o caminando de la mano por las calles internas. Pero en tiempos de primavera es donde florecían los amores surgidos en ensayos de «Himnos» o construcción de «Carrozas» de la Semana Estudiantil.

Algunos perduraron hasta formar familias cuyos hijos regresaron a la plaza para sus citas amorosas.

No debe haber vecina o vecino, en Villa Dolores, que ande entre los 40 y 70 años de edad que no haya ido, aunque sea una vez a esperar con mariposas en la panza, o despedir, con inconmensurable pena en el alma, un amor a la Plaza Sarmiento. Y seguramente en algún estante o caja de recuerdos, entre páginas de un libro olvidado se mantiene disecada una margarita, testimonio de aquellos encuentros.

El halo romántico que ganó ese paseo, llevó a las autoridades municipales a instalar, a principios de los 80’s, una glorieta sobre calle Jesús Vidal que asemeja balcones con rejas de hierro forjado. Allí tal vez se hayan cerrado muchos círculos pues quienes tuvieron en esa plaza su primera cita, regresaron, recién casados a posar su júbilo para la foto, luego de la ceremonia religiosa. Es el mismo balcón en donde las quinceañeras exponen para la cámaras, su frescura y sus sueños ante la vida que les abre las puerta del mundo adulto.

En la actualidad la plaza ya no cobija a tantas tiernas parejitas adolescentes, sin embargo, su territorio diariamente se colma de caminantes que giran con prisa y sin pausa con el propósito de mantener un estado físico saludable o su anatomía dentro de los talles de la ropa. De hecho se han instalados dos islas con aparatos de gimnasia.

Confines – Versiones a la distancia

Pero volviendo a los tiempos en donde la juventud tenía más plazas que Whatsaap, es justo destacar al José Luis Aguire, vecino de la plaza, quien en “Pisando Nubes” plasmó con rigurosa precisión las sensaciones de aquellos encuentros… Seguramente inspirado en propias experiencias.
El Grupo Vocal Cuchireros incluyó en su última obra, “Confines – Versiones a la distancia”, una versión de esa cueca que es la que compartimos en el video. Este disco fue producido y grabado durante el confinamiento 2020 impuesto en nuestro país a causa de la pandemia.