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10 Derechos del niño en la Magdalena T. de Charles

El siguiente texto es extraído del muro de Arte Comebirom Cuello, un espacio donde el artista Jorge Alejandro Jose Cuello comparte sus acciones.

» Mis 3 hijos menores: Jerónimo, Magali y Tomas hicieron el primario en la escuela pública de Villa de las Rosas “Magdalena T de Charles”.
Los 3 fueron felices en esa etapa.

Yo trate de ser un padre participativo.

Recuerdo que a pedido de la seño Cris, maestra de Magali, fui a contar uno de los cuentos que yo había ilustrado. A partir de ese convite me pidieron volver y yo envalentonado con ese espíritu participativo, recorrí la escuela aula por aula y los cite al comedor.

Estaba toda la escuela. Una vez que los hice formar fila, ante el desconcierto de sus maestras, les pedí se reagruparan, intercambiándose los alumnos de todos los grados. Una vez que lo hicieron, los invite a salir al patio.

Una vez ahí, les pedí que asignaran un cacique y se agruparan como una tribu detrás de él.

Yo había llevado colorante para torta y les repartí un color a cada cacique y les pedí que se pintaran las caras como máscaras tribales.

Cuando ya los tuve a todos metamorfoseados comencé a relatar las historias del Bam Bam Miranda en la selva del Perú. ¿Conocen a Bam Bam Miranda?, les pregunte. El que toca las congas con la Mona Jiménez, dijo uno de ellos. Ya estaban todos cautivados hasta que llego una de las seños y rompió el hechizo con la irresistible invitación a tomar la merienda.

Quede solo en medio del patio con toda la flema artística que se me atragantaba.

Me dirigí al comedor, ya estaban todos sentados y de un salto subí a una de las mesas y fui caminado por todas y les decía: “¡ven esto les pasa a ustedes cuando tuvieron la posibilidad de conectar con el momento mágico de la creación el estomago fue el que decidió por ustedes!”.

Me detuve al ver la cara de desesperación de la directora, que casualmente estaba con el inspector de zona, y me hizo bajar de la mesa en un acto de rescatarme, mientras me decía: “muchas gracias Cuello, pero creo que todavía no estamos preparados para sus técnicas de enseñanza del arte”.

Fue para esa época también cuando les pinte en el patio 10 de los derechos del niño, que son mucho más, pero que visibilizan las fragilidades de los pequeños.

Luego fueron borrados por necesidad de las pinturas de mantenimiento del edificio.

Este año fui seleccionado al igual de más de 50mil artistas de argentina para recibir el subsidio “Cultura Solidaria” del Ministerio de Cultura de la Nación. Y nos pedían como contraprestación alguna actividad solidaria.

Yo me acorde de aquel mural en la escuela y volví después de tantos años y allí estaban las maestras de aquel entonces ahora convertidas en el cuerpo directivo.

Felices por mi regreso y ante mi propuesta de realizar otro tipo de temática, ellas me pidieron por favor que volviera a repetir aquel mural.

Así que allá fuimos con la Eli y dejamos nuestra marca comebirom. «

Fuente: Arte Comebirom Cuello