Sociedad

El arte y la ecología

María Elena Roquier*

Existe a nivel mundial una clara intención por defender y preservar la naturaleza. Año a año aparecen nuevos grupos y asociaciones que plantean la importancia que tiene la toma de conciencia en cuanto la relación armónica que debe existir entre el hombre y el medio ambiente. Esto no es casual. Todos sabemos que el planeta está sufriendo a causa de las agresiones que durante años le venimos ocasionando.

Contaminamos sus mares y ríos, perseguimos y matamos a sus animales, devastamos su riqueza forestal, haciendo, en definitiva, uso y abuso de todo lo que ella nos brinda. El esfuerzo por encontrar el camino hacia una verdadera toma de conciencia por parte del hombre con respecto a la actual situación no es fácil. Como medida primordial, creo, debemos armonizar primero nuestra naturaleza interior, dejar de autoagredirnos con el consumo desmedido de cigarrillos, de alcohol, drogas y sustancias tóxicas que, lamentablemente, están al alcance de todos y peor aún, cerca de nuestros niños y adolescentes.

Desde el arte se puede hacer un notable aporte de reflexión, esperanza y optimismo. El arte ecológico posibilita hacer propuestas que estén de acuerdo con las necesidades de cada región o lugar. La intención será siempre la misma: lograr en los habitantes un despertar de la conciencia y respeto hacia la naturaleza animal, vegetal y mineral. El arte debe integrarse a la vida, no quedarse al margen como simple espectador.

Les comento que, durante el año 1995, cuando era directora del Taller Municipal de Escultura de Ramallo, mis alumnos realizaron una escultura ecológica de grandes dimensiones que le llamaron: “El Biguá”. Pude observar el amor y el entusiasmo que pusieron en ella estos “pequeños grandes artistas”, pues ya tenían internalizado que: “matar pájaros es un delito”, “que las aves en cautiverio no son felices y mueren”, y ofrecieron a su pueblo un mensaje de Paz y Libertad. La obra que realizaron medía 1,80m de altura. Fue inaugurada el 24 de noviembre de 1995 ante la presencia y marcha ecológica de todas las escuelas, con el apoyo de SUTEBA y autoridades comunales.

Aquí, en Las Rabonas, se inauguró el 20 de junio, en la Plazoleta de los Niños, “LA PALOMA BANDERA”, escultura pública ecológica participativa, para que los pequeños se suban a ella y hagan volar su imaginación. Fue donada a la comunidad rabonense por el Museo Artemplo con el genuino deseo de acercamiento espiritual e integración cultural.


María Elena Roquier: Escritora. Escultora retratista, especializada en monumentos públicos, intervenciones, restauraciones. Directora fundadora del Museo Artemplo- “El Ángel Azul”- Las Rabonas – Traslasierra – Córdoba – Argentina
Tel. 3544 -439167 -Fijo del Museo: 3544 – 499318
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