OpiniónSociedad

El mundo todo está cambiando o ha cambiado

Las prioridades se están re jerarquizando y la salud aparece como el bien más preciado a proteger.

Entendemos la desazón y la zozobra que provoca esta situación porque nos toca padecerla de igual modo que a cualquier vecino. Sin embargo el distanciamiento físico que debemos imponernos e imponer no necesariamente debe ser social, ya que como comunidad nos merecemos mantener los lazos del tejido social que nos comprende.

La tecnología está jugando un rol preponderante posibilitando el acercamiento emocional con parientes, amigos, compañeros de trabajo, alumnos, docentes, etc.

En este contexto, y desde nuestra perspectiva de comunicadores advertimos la importancia de las redes sociales que se constituyen como un muy eficaz medio de comunicación tanto por su inmediatez como por su alcance casi masivo. Sin embargo, lamentablemente, no siempre se utilizan con fines altruistas o de esparcimiento y promoción cultural.

Somos conscientes que también las y los trabajadores de prensa y la comunicación cumplimos un rol importante en mantener informada a la comunidad y en ese sentido debemos ser rigurosos en la calidad y sobre todo la veracidad de la información puesto no estamos ajenos a ser víctimas de falsas noticias.

En los últimos, días venimos asistiendo a niveles de agresividad que no contribuyen para nada.

Entre los legítimos reclamos de la gente se cuelan oportunistas mensajes o arengas cuya finalidad es la de obtener algún mezquino rédito para un sector.

Estamos convencidos que, como comunidad, tenemos el derecho y podemos desterrar estas conductas miserables.

Ya habrá tiempo de pedir todas las explicaciones necesarias y reclamar el castigo para los responsables si los hubiera. El ministerio público fiscal debe ser el camino y habrá que mantener vigente la memoria los sucesos próximos pasado.

Los transerranos ya transitamos una tragedia en 1992 cuando San Carlos Minas fue arrasada por el Noguinet que reclamó su dominio invadido por la inconsciente urbanización. Por entonces, cuando aún se continuaba la búsqueda del cadáveres se desató una incomprensible lucha por administra las crisis que involucró a políticos que vieron heridos sus egos e intereses por el protagonismo y reconocimiento social que había recibido el Presbítero Raúl Martínez, quien desde un principio puso su voluntad a favor de sus vecinos.

Esa lucha de mezquinos intereses y aspiraciones individualistas sólo perjudicó a los pobladores que vieron retrasada la ayuda y la contención que la ocasión imponía.

Aprendamos de los errores del pasado. Que no nos pase lo mismo.

A los referentes sociales, institucionales y políticos los exhortamos a contener a sus militantes para que se abstengan de inflamar los ánimos mediante el uso de la redes y difundiendo noticias falsas.

Se torna urgente imponer cuarentena a la politiquería barata y revalorizar los principios de la política madura. Recuerden que el poder se construye mediante el trabajo propio buscando aciertos para la comunidad, no yendo por detrás del oponente juntando sus errores.

La comunidad que los vota, necesita que den muestras de grandeza y trabajen codo a codo, no a los codazos.

Saludamos, reconocemos y agradecemos las tareas que llevan adelante los equipos de salud que junto a las y los trabajadores de las fuerzas de seguridad constituyen la primera línea defensiva, lo mismo que el cuerpo de voluntarias y voluntarios del COE entre los que hay profesionales de la salud, administrativos, comunicadores que destinan gran parte de su tiempo a contribuir la bien común.

De esta crisis debiéramos salir todos juntos, sin dejar a nadie en el camino.

Silvia de la Peral -DNI 17.112.539.

Sergio Coria -DNI 16.361.071