SociedadVilla Cura Brochero

Otra vez el Cura Brochero moviliza a Traslasierra

Es que para los lugareños, lo que ocurrirá el 16 de octubre en el Vaticano no es más que el demorado admisión, de las jerarquías eclesiales, de una condición del Cura que fue  reconocida por sus vecinos en vida del mismísimo Beato. De hecho, sólo dos años después de su fallecimiento, los pobladores, de la por entonces Villa del Tránsito, decidieron que su pueblo llevara el nombre del Cura Brochero.

El hombre había llegado siendo un joven sacerdote y fue asimilándose a la cultura local, asumiendo como propios lenguaje y costumbres de los lugareños al punto tal de ir convirtiéndose en parte del paisaje su silueta sobre el “malacara”, recortada en el horizonte de la pampa.

Brochero había llegado al valle a reivindicar al gauchaje, que luego de la victoria mitrista de Caseros, en 1852, los fue desplazando y excluyendo.

Además de sus cualidades de evangelizador, su capacidad como organizador social quedó evidenciada a través que los años.

La obras que imaginó y concretó fueron genuinas fuentes de trabajo dignificador para sus feligreses. Líder indiscutido de la comarca, el Cura Brochero aprovechó sus vinculaciones políticas para obtener beneficios para el pueblo.
El anuncio de la beatificación y posterior canonización del Cura, tuvo un efecto movilizador en el pueblo y la región puesto que nuevamente se generan obras y emprendimientos privados que suponen nuevos puestos de trabajo.

El Intendente Gustavo Pedernera, da cuenta de estas obras y de los servicios que se van recuperando para dotar a la villa de la infraestructura necesaria para satisfacer las necesidades los peregrinos y turistas.cura-brochero-correo

La reapertura de la oficina del Correo Argentino, supone la recuperación de un status que la localidad había perdido en la década del 90.

En ese sentido, la autoridad municipal, destaca el compromiso de los gobiernos provinciales y nacionales aportando recursos para financiar las obras

Pedernera también se refirió a contactos mantenido con eventuales inversores extranjeros.

El tren de Brochero continúa esperanzando.

Para el Cura Brochero tuvo dos grandes frustraciones: el asesinato de Santos Guayama, con quien cultivó una relación muy apreciada por el cura, al punto de gestionar un indulto presidencial que llegó casi con la noticia de la muerte de Guayama. La otra decepción fue la no concreción de ramal ferroviario que uniera Villa Dolores con Villa de Soto, de modo tal de vincular, mediante ese magnífico medio de transporte, a todo el Valle de Traslasierra. Tanto fue su compromiso con esa obra que no escatimó esfuerzos en interesar al Presidentes Miguel Juárez Celman y al gobernador José Figueroa Alcorta, y aún cuando la ceguera le había quitado el brillo de sus ojos, llegó a Córdoba para entrevistarse con Hipólito Irigoyen.
Sin embargo, a pesar del empeño puesto por el clérigo, sus gestiones no tuviera eco favorable su requerimiento.

El 26 de enero pasado, en ocasión de la misa por la beatificación de Brochero, el Obispo de Cruz del Eje, Mons. Santiago Olivera, aprovechando la asistencia del Presidente Mauricio Macri, le entregó una copia del proyecto ferroviario del Beato para que el mandatario lo incluyera en el Plan Belgrano que ejecuta el gobierno nacional.

Cura serrano, Santo chuncano.

El inicio del proceso de canonización del Cura Brochero es autorizado por el Vaticano en 1967. La causa contiene el testimonio de 53 testigos que lo conocieron. Paradógicamente esos aspectos del cura que le facilitaron su relación con la feligresía serrana fueron objetados por los censores de la causa, considerando vulgar su lenguaje y hasta cuestionaron su ortografía y las relaciones políticas que facilitaron la concreción de diversas obras.

Con la consagración del Cardenal  Jorge Bergoglio como Papa, la causa adquiere un vigor que no había tenido hasta entonces. Es que el actual jefe de la Iglesia Católica conocía de las virtudes del Beato, incluso  había participado del “V Encuentro Nacional de Sacerdotes” realizado en Villa Cura Brochero entre el 9 y 11 setiembre de 2008.

Ya nadie cuestiona el modo, ni los recursos a los debió echar mano Brochero para concretar la tarea evangelizadora y dignificadora de su feligresía.

Su hablar, sus costumbres y aspecto campechano lo definen, sin dudas como un cura bien chuncano.

Según el presbítero Pío Angulo, quien le otorgó los últimos sacramentos, luego de haberlos recibidos Brochero manifestó: “Ahora puestos los aperos, estoy ya listo para el viaje”. Era 23 de enero 1914, tres días después el inminente santo moría a la edad 73 años.